Hace años que busco una receta de galletas "sanas" (no hay galletas sanas, me refiero a no tan dulces o mantecosas).. Sí, con esa prioridad. A mi cacahuete le gusta desayunar de dulce y comer galletas industriales a diario no me parece la mejor opción. Así que buscaba una receta de galleta que no fuera una bomba calórica como las galletitas de mantequilla, que están de muerte, pero no es como para comer a diario (o casi). Y queria que fueran caseras, ni que sea por reducir el plástico que entra en casa.
Estas son
unas galletas diferentes. Predomina el
sabor de la avellana, el sésamo y la naranja. Están muy buenas, pero no son muy dulces, solo 180gr de azúcar
para un total de 830 de solido, lo que no es una proporción típica en una
galleta. Y con el regustito del sésamo, ¡que está tan rico!
Yo soy
científica y trabajo en un laboratorio. Tras años de cocinar he aprendido que
en la cocina las cosas son “una pizca”, “un chorrito”… y es así. La semana
pasada charlaba con una compañera sobre eso mismo. Ella se quejaba de lo poco
precisas que son las recetas, yo le hice notar que compramos la comida en el
super, la verdulería, la pescadería… ¡no en Merck o Sigma! Los ingredientes varían y hay que saber
adaptarse. Esta es una de esas recetas en que eso se nota. El distinto tamaño
de los huevos, el distinto grado de humedad de las avellanas, incluso de la
harina de avena, harán que las galletas queden más o menos densas. Yo suelo
corregir con un poco de leche o un poco de harina para que tengan la
consistencia adecuada. Y esa consistencia es al de una masa bien densa pero
trabajable. Y si no lo ves claro, en cuanto hayas probado a hacerlo dos veces, ¡lo
verás! Por suerte, ¡no hay manera de que salgan mal! Quedaran un poco más
duras, o te costará más ponerlas en la bandeja y te quedaran un poco más “churro”,
pero no serán nunca un desastre. Y a la segunda
vez les cogerás el punto.
Ingredientes:
250gr avellanas
tostadas
400gr
harina de avena
½ sobre
baking powder (levadura química)
180gr azúcar
30gr
aceite
60gr leche
50gr
sésamo
3 huevos
medianos
La ralladura
de la piel de dos naranjas
1
cucharadita de canela
Preparación:
Para
elaborar estas galletas hay que triturar bastante bien las avellanas. Cuando
empecé a experimentar con estas recetas me encontré con el problema de que
triturar avellanas no es fácil, y casi se me quema la trituradora. Así que he
optado por poner primero todos los líquidos, añadir las avellanas enteras y
triturar esa mezcla, y funciona muy bien. Podéis añadir también la ralladura de
la naranja cuando ya casi tengáis las avellanas trituradas para que no queden
trocitos (si no tenéis un rallador de cítricos, como es mi caso). Así pues:
En un bol
o en el vaso de la batidora mezclamos los 3 huevos y el resto de líquidos
(aceite y leche) y la ralladura de la naranja. Añadimos las avellanas y las
trituramos bien (a mí me gusta que quede algún trocito y que se noten, eso ya
va a gustos). Cuando ya está casi triturado añadimos la ralladura de naranja.
Añadimos
ahora el azúcar y mezclamos bien. Añadimos la levadura química y la canela a la
harina y vamos añadiendo la harina a la masa poco a poco y mezclando bien. Es
recomendable pasarla por el tamiz, ya que la harina de avena suele hacer grumos
y os costará más mezclarlo bien. Al final, añadimos el sésamo. Como todas las masas de galleta, es una masa
dura y espesa y si no tenéis una buena mezcladora os va a tocar trabajarla bien
con un tenedor o a mano.
Dividimos
la masa en tres. Ponemos cada porción en el centro de una hoja de film
transparente y hacemos un canuto con ella. Y ponemos los canutos en la nevera (es mejor hacer canutos que bolas para que se enfríe de manera más uniforme, el
centro de las bolas tarda mucho en enfriarse). Dejamos al masa enfriando en la
nevera 1-2h para que nos sea más fácil de trabajar.
La masa de
estas galletas es mala de trabajar ya que el aceite de la avellana la hace muy
pegajosa y si añadimos mucha harina, con lo que sería más fácil, no quedan tan
buenas (lo he probado).
Para hacer
las galletas, lo más fácil es poner una hoja de papel de horno sobre el mármol,
con un poco de harina y colocar una porción de masa encima, con otra hoja de
papel de horno encima, la extendemos con el rodillo (hacemos un sándwich papel-masa-papel).
Es mejor no hacerlas muy finas, dejadlas de un grosor de más o menos 3-4mm. Con
un cortante sencillo (redondo, cuadrado, nada de animalitos o formas
complicadas) las vamos cortando y colocando en la bandeja del horno (sobre
papel de horno o silicona, mejor).
Las
horneamos a 180ºC durante más o menos 15 min (depende del grosor). La galleta
ha de quedar tostadita pero no dura.
Ale, ¡a
comer galletitas!
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